EROS Y VENUS
Sereno atardecer,
verde dicha que se funde
con el eco de un paseo nocturno.
Tu visión es soporte,
telón de un teatro,
abierto como el pecho que amamanta,
hálito de naturaleza clásica.
Llego hasta ti,
perfume color miel,
renacimiento verde,
resguardado en tu mente.
Mutas ante quien se acerca,
lo envuelves en el apetito de tu placenta,
atmósfera multicromática
que atraviesa el instante.
Creas presente, modelas futuro,
aunque tantos amantes no te correspondan.
Tu palpito no muere
en el telón de tus pétalos,
siempre sonrisa oculta,
manifestación verde.
Ambicionada silueta,
circunferencia inversa de tu pintura,
armonía secuencial,
eterna como el verde.
Yo no veo lo que tú has visto
en la simetría creadora de tu mano,
como el ojo que encierra
y forja el placer.




